Bienvenidos

¿Qué es un Implante Coclear? os preguntáis a menudo todos los normo-oyentes. Sólo pocas personas sabéis lo que es realmente y cómo funciona, en su mayoría sois personas que compartís la misma lucha que yo, otras pocas sabéis de lo que hablo vagamente y otras muchas no han oído hablar del tema.. Pero sois muchos los que no sabéis lo que se siente. Bienvenidos a mi mundo y al de mi implante, donde ambos damos nuestra visión y os intentamos acercar lo máximo posible a lo que percibimos los implantados. Disfruten de la lectura.

lunes, 1 de octubre de 2012

Del dos al tres

Sigo creciendo y cumpliendo días, haciéndole compañía cada uno de ellos y disfrutando viendo como la hago feliz y haciéndola sentirse afortunada conmigo. Esta semana la he notado un poco frustrada, un poco cansada... Pero, aún así, ella sigue usándome y sorprendiéndose como el primer día cuando oye sonidos que no sabe de donde vienen y logra dar con ellos.. Luego sonríe como una niña pequeña. Y yo, no puedo estar más contento. No ha sonreído tanto como las otras dos semanas pero no la he visto decepcionada ni con ganas de tirarlo todo por la borda. Sólo ha tenido una mala semana y no la ha pagado conmigo. Tiene que aprender que si personalmente se siente mal, verá el vaso medio lleno en todos los aspectos.. (Memorias de una Implantada Coclear)

Ayer finalizaba mi semana en el programa tres. La verdad que el cambio no ha sido mucho y por eso me he sentido más bien en proceso de no va más. Hubo días que no sé si es que era yo o estaba perezosa pero me conectaba y al principio estaba más perdida que el primer día. Al cabo de un rato ya empezaba a estar centrada y a escuchar los sonidos. 

Lo más emocionante que me ha pasado en la semana, es haber ido por la calle y con todo su ruido, cuando pasaba por delante de un bar en la plaza, pude percibir que tenían música. Oía la música de fondo. Pero ni idea de qué tipo de música, ni qué cantaba. Pero algo era algo, me dije. Y entre tanto ruido de voces, coches, gente caminando, y el sinfín de ruidos que hay en el día a día, percibir la música aunque no se entienda, lo veo un milagro. Cuántas veces habré pasado por delante de determinados sitios y ni habré distinguido que había música. Ahora entiendo cuando me decían, ¿Escuchas la música? Y yo sólo oía mucho ruido y nada de música. O cuando me decían, ¿Escuchaste eso? y yo resignada. Ahora soy yo la que está todo el día, ¿Escuchaste eso, era música, era este ruido, o era el otro? Qué felicidad, por favor... :)

Otro detalle es estar también en la calle, y oír un pájaro como si lo tuviera piándome al lado todo el rato. Por más que lo buscaba en los balcones para desearle su lenta muerte (pobre, pero es que me tenía de los nervios!) no lo veía por ningún lado. Pero sé que estaba allí piando y era inconfundible. Esos sonidos son los que más percibo. Los metalizados y los nítidos que son inconfundibles. Cuando oigo a mis perros ladrar o al perro de la vecina (que a éste a veces le lanzaría una piedra, sintiéndolo mucho pero es que no se calla!!!!) todavía el ladrido lo distingo y sé que ladra un perro, pero aún me suena como que el ladrido no está del todo definido. No sé si será normal. 

Hace 6 años también me pasaba lo mismo con el perro de la vecina (lo de que me estresara y quisiera matarlo muchas veces porque no se callaba ni patrás!). Con el audi me molestaba aún más en estos años sin implante. Cómo cambian las cosas en 6 años. Pero al menos mi memoria auditiva estaba media intacta y por eso no me ha costado tanto, sólo tenía que desempolvarla un poco pasando el trapo a menudo.

Anoche cenando con mi novio, tenía la televisión puesta, y de repente un ruido interfirió en mi atención que tenía en ella. Me quedé pensando qué podía ser ese ruido. Pero lo identifiqué. Oía la lavadora centrifugando. Pero por asegurarme le pregunté, ¿Está la lavadora puesta?, afirmativo.  Impresionante, dije. Mi cerebro ya va asociando sonidos.

Ya distingo con la puerta de mi habitación cerrada, el ruido de la puerta de la entrada cuando entra alguien. Y distingo las voces. No las entiendo aún. Pero sé de quién es cada voz cada vez que entran hablando. Sigo especialmente entendiendo sin mirar a la cara sólo a mi madre. No sé por qué. La costumbre, supongo. Tengo que empezar a trabajar duro con eso. Mañana empiezo mis sesiones de logopedia. Ya empezaré a contar qué tal van.

Me encanta desesperarme, con los sonidos, porque así es como se siente todo un normo-oyente cuando no tiene ganas de estar escuchando el ruido todo el rato. Yo podría solucionarlo desconectándomelo o apagándomelo un rato y me olvido del mundo. Pero, ¿sabéis que? NO. Yo decidí implantarme para escuchar todo. En lo bueno y en lo malo. Quería escuchar las cosas buenas, los sonidos naturales de la vida misma que no vienen provocados por el ser humano, la música, la televisión, quería escuchar todo, incluido lo malo. Yo también quiero estresarme como un normo-oyente de oír un perro ladrar sin parar, o un pájaro piar, o estar en un lugar donde haya mucho ruido y acabar con dolor de cabeza (aunque esto me pasaba ya con el audífono). Me acuerdo que el primer día que me implantaron fui a un centro comercial en Las Palmas, y oía a un chico poniendo los precios, uno a uno, desde el otro lado de la tienda. Oía hablar por megafonía. A un niño tocando los collares y el clinc, clinc, clinc metalizado que a mí me sonaba peor de metalizado ese día. Y le pregunté a mi madre, ¿En serio tú oías todas esas cosas a la vez y no te estresas? Y sonrió diciéndome que sí, y que claro que se estresaba muchas veces.

Puede parecer que voy muy rápido. Pero creo que lo que más rápido me va es la ilusión casada y enamorada de las ganas de superarme. No he perdido la fe ni un sólo momento y sí, como he dicho muchas veces estoy como "parada". Pero para mí, ésto es como un nuevo reto. Un motor que hace que siga mi deprimente vida ahora mismo, ya que no atravieso el momento personal más bueno de mi vida. Gracias al implante tengo un motivo por el que levantarme cada día, por el que trabajar en algo cada día que a día de mañana me va a dar muchos buenos frutos si me lo propongo, por el que sonreír con la cosa que pueda parecer lo más absurdo del mundo. Soy afortunada de tenerlo como 'amigo'

Y tú; 
   Pues adelante con ello. La vida a veces no es más que una secuencia de cosas que tenemos que buscar para mantenernos en pie en ella. Eso es lo que he aprendido en estas tres semanas.

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