Siempre piensa en mí como lo mejor. No concibe la vida ya sin mi presencia, se le hace cuesta arriba. Un mundo gris y apagado. A ella le gustan los sonidos, por "pesados" que lleguen a ser... Pero, también le gusta recordar que la vida sin mí tampoco fue tan mala... Que tiene cosas muy buenas de estos últimos seis años en que ni sabía que yo existía. O lo sabía pero no pensaba que jamás llegase a llevar uno propio. (Memorias de una Implantada Coclear)
Me gusta mirar atrás, porque haciéndolo es como puedo hacer balance de lo que tenía y lo que tengo. Es un blog de memorias biográficas desde que estoy implantada, pero para llegar a ser implantada también pasé cosas que no quiero olvidar, y que me ayudan a ver cuánto y de qué manera he mejorado. Últimamente hablo mucho de lo bien que estoy con el implante, porque de hecho es así. Pero no quiero que se piense que antes no era feliz. Me faltaba algo que me ha llenado todos los vacíos, es cierto, pero también lo tenía todo.
Conocí a Jeni finalizando el año 2007. Coincidimos en la Universidad cuando ambas estábamos perdidas ese día, porque nos habíamos cambiado de turno de clase. La ví allí, y no podía dejar de mirarla. Creo que supe desde el primer momento que iba a ser una gran amiga. Y no me equivocaba. Como veía que ella no se acercaba y la estaba incomodando, decidí dar el primer paso y romper todas las barreras para conocer y comunicarnos con las demás personas. Esas barreras que nos cuestan mucho a las personas con problemas auditivos. El temor a no entender, a quedar mal, a sentirnos pequeños y vulnerables. Pero reuní todo mi coraje, me acerqué a ella y le hablé. Me resultó una persona reservada, pero muy amable. Muy fácil de entender pese a que de entrada ella no sabía mi problema.
Al principio, costaba conocer a Jeni por lo reservada que era, pero tras muchas horas de clase y el ir conociéndonos poco a poco, lo conseguí. Una vez que llegamos a tener toda la confianza confianza la una con la otra, empezamos una larga amistad que duraría toda la carrera y, que aún en la distancia, sigue durando aunque no sea la misma (la misma en el sentido de hacer cosas, verla a diario, etc.; porque lo cierto que la manera en que la quiero y la considero mi amiga, sigue siendo la misma). Con ella aprendí, no sólo a estudiar, o a ver la generosidad que está dispuesta a tener. Conocí muchas cosas. Desde las más insignificantes, como lo que era el "Cus-Cus", a hacer platos que a ella le hacía su abuela además de los inventados por nosotras, a beber coca cola light como una descocida (considerando que odio la coca cola), a hacer mega resúmenes para estudiar..., pasando por las importantes que fue compartir miles de momentos entre las que se incluyen fiestas, viajes de visita, tardes largas de estudio, noches hasta las mil de la madrugada hablando, etc.; que nunca borraré de mi mente y que siempre anhelo que se repitan. Llegando a la más importante: su amistad incondicional, por encima de cualquier cosa. Jeni, sabía sin hablar conmigo del problema lo que yo tenía, porque a medida que me iba conociendo iba dándose cuenta. Fue de esas personas que pacientemente esperó a que yo se lo contase cuando estuviese preparada. Y, admiro que lo llevase así no sólo porque también lo ha vivido personalmente en su familia, sino por que eso dice mucho de la humildad de las personas. Ella, para mí es muy similar a mi mejor amiga, pero es ésa que conoces ya en la etapa de madurez, no es la de toda la vida, pero puede llegar a importarte tanto como la de siempre.
Con ella aprendí no sólo a compartir, sino a valorarme. Porque ella, me valoraba más que yo a mí misma, ella hacía que creyese en mí y hasta dónde podía llegar yo. Aprendí con Jeni a sacar una carrera delante, y desde aquí le estoy eternamente agradecida, porque no sólo ha sido el esfuerzo y ganas que yo puse en sacarla. También fue ella la que día a día me ayudaba a tomar apuntes, me pasaba los suyos y me repetía las cosas que no entendía en clase. Y esas veces, fueron muchas. Admiro su paciencia. Gracias por ella. Gracias a ella tengo lo que tengo, porque muchas veces pensé en dejarlo por la mano. Pero decirle gracias en cada detalle en el que le estoy agradecida se me queda eternamente pequeño, porque ella nunca sabrá todo lo agradecida que estoy.
La vida sin el implante ahora mismo, valorando la que tenía sólo con un audífono, es inconcebible. Vivir captando sonidos (todos ellos no a medias), cada día es precioso, no me cansaré de repetirlo. Aunque siga teniendo días malísimos en que parece que tenga un audífono y no un IC, porque parece que mi cerebro está perezoso o simplemente, porque son días que son parte del proceso. Pero, la que tenía sólo con el audífono me dio también cosas buenas, como a Jeni. También cosas por las que tuve que luchar excesivamente y poner muchísimo de mi parte y, aunque ahora con el implante también es así, no sabe igual.
No veo a Jeni desde junio. No la he visto en todo el proceso que he pasado tras la operación, post y rehabilitación. Tengo muchísimas ganas de verla, de ver cómo va a ser su voz tras 5 años escuchándola sin escucharla. Sé que, aunque estemos a 25 minutos en avión, la tuve, la tengo y la tendré ahí. Y ella sabe que es uno de mis apoyos más preciados y que tengo muchas ganas de verla, de darle un gran abrazo.
Cambiando un poco el tema, el martes volví a ir a la logopeda. El proceso sigue yendo bien. Sigo teniendo fallos pero ya vamos alternando más ejercicios. Repetimos los colores, números, prendas de vestir... Luego los juntábamos los tres, es decir, decía tres camisetas verdes, y me los decía de espaldas y podía entenderla. También practicamos cuando se dicen frases rápido o más lento, frases sueltas que decía y yo tenía que asociar a dibujos, grave y agudo, la entonación según sube, baja o es igual... Palabras monosílabas, bísilabas, trísilabas, palabras sueltas... De momento todo muy bien y orgullosa de mis resultados...
Mañana tengo nueva programación como había dicho. A ver qué tal sale todo. Tengo varias dudas que consultar.
Y de resto, ha sido una semana buena. No puedo quejarme. Sigo oyendo los pajaritos aunque estén lejos como si los tuviera al lado. Ayer volví a experimentarlo... La verdad, es una tontería, pero qué bonito suenan.
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